15 enero 2012

Entrevista/Mempo Giardinelli/Por Conrado Yasenza



Entrevista a Mempo Giardinelli

La literatura y el tiempo recobrado.


En la presente entrevista, el escritor y periodista Mempo Giardinelli, nos ofrece su mirada sobre la experiencia narrativa de su nuevo libro “Cartas a Cristina”, libro en el que Giardinelli eligió el género epistorlar como “un modo de acercamiento amistoso”. También adelanta el estreno – que se realizará en el próximo mes de Marzo y durante el Festival Pantalla Pinamar - de su primera película, que acaba de filmar, basada en la novela de su autoría, "El décimo infierno". La entrevista recorre temas diversos que van desde la pedagogía de la lectura hasta la ley que declara de interés público el papel para la prensa.


Por Conrado Yasenza

(para La Tecl@ Eñe)


- Recientemente ha escrito y editado el libro “Cartas a Cristina”. ¿A qué se debe la decisión de utilizar el género epistolar como registro para la escritura del libro?

- Pienso que si un texto tiene fluidez y sinceridad, el género epistolar es tan bueno como cualquier otro. Yo quise lograr que la Presidenta escuchara una voz diferente, amistosa pero no incondicional, y me pareció que las cartas podían ser un modo de acercamiento, sabiendo además que ella me ha leído en algunas otras ocasiones. Como digo en el libro, sólo quise que ella entendiera, y aceptara, que mis cartas no buscaban nada en particular. En un país en el que cuando la gente se acerca al poder es para pedir algo, yo no le pido nada. En todo caso ofrezco: ideas chiquitas, nada del otro mundo. Pero que en una de ésas podrían ser útiles.


- ¿Cuál es para Usted la función del intelectual? ¿Y qué implica hablar, sin estereotipos, de pensamiento crítico?

- Me parece que no importa tanto definir la función de los intelectuales, como atender a su producción. Que hoy en la Argentina es una producción vasta, amplia y con una repercusión como nunca antes tuvo. Hay algo de moda en esto, sin dudas, y eso en mi opinión demerita las cosas, pero de todos modos me parece mejor que se escuche a los intelectuales y no que se los degrade como fue también moda argentina y por muchos años... Hace una década escribí un libro titulado precisamente "El país y sus intelectuales" y allí decía esto mismo, y cuestionaba la reiterada tontería de nuestras clases dirigentes, que en general siempre han soslayado o despreciado a los intelectuales. En ese libro desarrollé también algo que todavía hoy sucede y es de penosa evidencia: la poca originalidad de muchos intelectuales, y ciertas malas costumbres de robo de ideas y ninguneo contumaz. Pero bueno, será que hay de todo, nomás, como en la viña del Señor...


- Teniendo en cuenta que Usted preside la Fundación Mempo Giardinelli, y cuyo lema es "Leer abre los ojos”, cuál es la función social que puede desarrollar la literatura en la Argentina del siglo XXI.

- El lema de nuestra Fundación viene de los tiempos de la revista "Puro Cuento", que yo fundé en 1986 y que, entre otras cosas, significó el inicio de la promoción de la lectura en la Argentina. Para mí y para la gente que me acompaña, la Fundación es la continuidad de ese accionar, que ya tiene un cuarto de siglo. Lo reconozcan o no algunos enanos, así son las cosas y nosotros trabajamos muy bien, lejos del poder y de Buenos Aires, y los resultados obtenidos son extraordinarios. En cuanto a la segunda parte de su pregunta, Conrado, la verdad es que no me interesa debatir la supuesta "función social" de la literatura. Me parece un tema arcaico; a mí todo lo que me importa es que la sociedad argentina lea mucho y lea buena literatura, y sobre todo vuelva a los clásicos universales. Hay mucho que hacer al respecto. Y además la Literatura Argentina siempre tuvo dueños, tiene cánones rígidos y no sería prudente que un provinciano como yo venga a cuestionar nada en este medio...


- ¿Existe una pedagogía de la lectura?

- Existe, claro que sí. La he definido en mi libro "Volver a leer. Propuestas para ser una nación de lectores", publicado por Edhasa en 2006. De hecho la aplica y desarrolla muchísima gente, lo sepa o no, y tengo para mí que hemos brindado y seguimos brindando un buen servicio a nuestro país. Hoy se lee bastante más que hace diez años, y ahora lo que viene es lograr que se lea mejor literatura.


- ¿Qué significa para Usted el término o categoría “Literatura Comprometida”? ¿Es posible o recomendable separar literatura y política?

- No es una categoría que hoy me simpatice; me parece una antigüedad conceptual. Muchos autores "comprometidos" escribieron basuras, de igual modo que muchas malas personas pudieron estar muy comprometidas con determinadas nobles causas y eso no significó nada. La literatura se rige y se mide por otros parámetros: estéticos, experimentales, filosóficos, significantes y/o de entretenimiento en el sentido cervantino. Por lo tanto, es claro que es posible separar literatura de política, y además lo considero aconsejable, pero eso no impide que la buena literatura, la mejor literatura, casi siempre prefigura el devenir de los pueblos. El relato de la historia que hace la literatura es insuperable; siempre ha sido así. Y ésa es la maravilla.


- ¿Qué visión tiene sobre el vínculo entre literatura y cine, teniendo en cuenta que su novela Luna caliente fue llevada al cine?

- Siempre he pensado, y sostengo, que el cine es el más moderno género literario. No hay cine sin literatura, y eso mismo es una incitación fabulosa. Esa novela que usted menciona fue llevada al cine ya en tres ocasiones: en la Argentina, en Brasil y recientemente en España, en la versión de Vicente Aranda. Cada una fue un poderoso aprendizaje para mí, y parece que todo ese proceso fue tan determinante que acabo de terminar de filmar mi primera película, basada en otra novela mía: "El décimo infierno". Compartí el guión y la dirección con un joven cineasta colombiano, Juan Pablo Méndez, y fue una experiencia maravillosa. El primer actor del filme fue Patricio Contreras, que junto a Aymará Rovera hicieron una pareja espectacular, y el estreno será en Marzo próximo en el Festival Pantalla Pinamar.


-¿Cuál es su opinión sobre la ley de papel declarado como bien de uso público?

- Completamente favorable. La veo como una continuidad de la Ley de Medios, que también apoyé, porque estoy en contra de todo monopolio. Si el gobierno tuviera esa misma decisión antimonopólica en otros campos, este país nuestro sería una maravilla...


- ¿Cómo se expresaría desde la literatura y la educación una política de resistencia cultural frente al insoslayable avance de los contenidos televisivos?

- Me parece que es demasiado amplia su pregunta como para responderla en pocas líneas, de manera que sólo le diré que la literatura y la educación son, en esencia, fenomenales antídotos y eficientes controles frente a la estupidez generalizada que impera en la gran mayoría de los contenidos de la televisión argentina. Por lo tanto, una política de resistencia cultural recomendable sería aquella que garantice una mejor, más consistente y sostenida calidad educativa, a la vez que fortalezca la lectura masiva y popular de la mejor literatura universal. Son cosas que se han perdido en la Argentina y que habrá que recuperar. Al menos ésa es la resistencia cultural que desde el Chaco nos planteamos hace casi veinte años.


- Para finalizar, se ha preguntado y escrito mucho sobre los acontecimientos ocurridos durante el 19 y 20 de Diciembre del 2001 en Argentina, pero poco se ha buscado la voz de los escritores. Es por eso que me interesaría saber cómo vivió Usted ese momento histórico y si elaboró alguna reflexión o sentimiento en torno a lo vivido.

- Bueno, la verdad es que yo he escrito mucho al respecto. Desde que convoqué y coordiné un movimiento de intelectuales que en el 2002 se llamó "El Manifiesto Argentino", consecuentemente escribí un libro titulado "Diatriba por la Patria", que publicó Ediciones B y fue un éxito de ventas y circulación aquel año... Luego escribí muchísimos artículos en Página/12, sin ir muy lejos los últimos tres en Diciembre pasado, de manera que no creo que a mí me quepa el sayo del silencio de los escritores. No sé qué hayan hecho otros colegas, pero yo no me privé de hacer conocer mi opinión. Basta poner en la web las palabras "Crisis argentina de 2001" junto con mi nombre, y ahí está todo.


Enero de 2012 para La Tecl@ Eñe


2 comentarios:

  1. Buena entrevista, recièn la compartimos en http://www.facebook.com/Escribarte?fref=ts. Yo tambièn tuve la dicha de entrevistarlo.

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