A propósito de Tinelli, la televisión y el aggiornamiento.
La trayectoria de Tinelli ha
pasado por muchas facetas, las cuales se pueden detectar en la manera cómo se
describen sus programas en la introducción del portal web. Si seguimos su
historia profesional no deja de sorprendernos su recorrido: Cómo de ser un
periodista deportivo devino en un conductor televisivo de un programa de
entretenimientos aggiornado a reality show, con aire deportivo, gran adhesión y
que además percibió, junto con las transformaciones de la dinámica económica y
del funcionamiento de la esfera comunicacional y publicitaria, la necesidad de dejar de ser empleado de una
empresa para construir una propia.
Por Ana Wortman*
(para La Tecl@ Eñe)
Tinelli ocupa mucho tiempo y espacio. Está hace más de 20 años en la franja
horaria central de la televisión abierta argentina. No solo es visto a nivel
nacional, también es un conductor seguido en los países limítrofes. Cuando uno
viaja a estos países, se hace referencia a “ese conductor argentino….” como si
algo de lo nacional estuviera puesto en juego en su figura. Los programas de
Tinelli son generadores de contenido de una cadena de programas de diversos
medios de comunicación: programas de TV abierta y cable, de la prensa gráfica y
de las revistas, y en los últimos cinco años de las redes sociales de internet. Se expresa una reflexiva articulación en cada
una de las etapas de sus productos: quienes van al programa, quienes conforman
los jurados, las emociones y los
conflictos que se derivan de diversas situaciones, las competencias, los dictámenes,
las relaciones entre los jurados, la construcción mediática. Así como cuando va
a mostrar públicamente una nueva película de Pixar o Walt Disney la productora
independiente que no es tan independiente, Ideas
del Sur organiza cada una de las etapas
La trayectoria de Tinelli ha pasado por muchas facetas, las cuales se
pueden detectar en la manera cómo se describen sus programas en la introducción
del portal web. Si seguimos su historia profesional no deja de sorprendernos
como de ser un periodista deportivo devino en un conductor televisivo de un
programa de entretenimientos aggiornado a reality show con aire deportivo que
convoca a una gran adhesión por un lado y que además percibió, junto con las
transformaciones de la dinámica económica y del funcionamiento de la esfera comunicacional
y publicitaria, que había que dejar de
ser un empleado de una empresa para construir
una propia.
En un contexto de creciente crisis de la televisión abierta argentina por
la disminución de la pauta publicitaria y de concentración mediática, Tinelli
creó una empresa argentina sumamente exitosa que articula la producción
nacional con la compra de formatos extranjeros. A pesar de que la TV por cable
tuvo un éxito sin parangón en la sociedad argentina, sin embargo, casi nadie
dejar de ver o espiar qué pasa en el programa de Tinelli
A lo largo de los 20 años,
Videomatch, se convirtió en Showmatch y este fue adoptando diversos ejes
temáticos. Desde el año 2006 el programa apela a los sueños en un clima de
competencia de corte deportivo. Primero con una sucesión de “famosos” del mundo
del espectáculo, que bailan, cantan o patinan y más recientemente quienes
bailan, patinan o cantan son una persona, “como vos y yo”.
Los programas tienen otros condimentos a tener en cuenta y como se trata de
una competencia de quienes tienen más destrezas o trasmiten “mejor” sus sentimientos,
eso es lo que se valora, se han conformado Jurados que determinan un puntaje.
También aquí, en el mundo de la cultura del espectáculo existen jerarquías
y legitimaciones y es por ellas, que las vedettes consagradas ocupan ahora el
lugar de jurados y su experiencia y trayectoria les da autoridad para emitir
juicios acerca de las nuevas que buscan
trascender y ser reconocidas
Cuando cada artista o ahora proyecto de artista o cantante o bailarín,
termina su actuación, los miembros del jurado deben argumentar como en
cualquier examen por qué se les asigna determinada calificación numérica a
quienes entraron en la competencia. Allí
cada Jurado asume un rol, algunos son más benévolos y otros más exigentes. Así,
en particular en el programa Bailando por un sueño, participan muchas
veces personas que tienen algún tipo de conflicto en general de tono pasional sexual
(adulterios, seducciones varias, etc.) con algún miembro del Jurado, lo cual
los pone a prueba en su arbitrariedad o justeza del dictamen en el momento del
examen. Además de sentimientos de tono pasional también se apelan a valores
como la compasión y la solidaridad, en particular cuando participan personas
con algún tipo de “discapacidad” física o mental. Parecería que el lema central
fuese: todos pueden competir, aquí no hay ningún tipo de discriminación, solo
hace falta esfuerzo, sacrificio, preparación para la competencia y tener un
sueño. En Cantando por un sueño,
programa también importado de México, y que si bien de la misma productora
cuenta Mariano Iúdica como conductor, luego de un casting nacional, distintos
tipos de personas son seleccionadas para cantar en el programa. Así, como
cuando los niños ensayan para cantar o actuar en el acto escolar y asisten sus
padres y abuelos para apoyarlo y dar muestras de los logros de sus hijos, aquí,
los parientes de los cantantes amateurs lloran y celebran el logro de cantar en
la televisión para una gran audiencia.
En general se trata de gente que en su vida cotidiana tiene un oficio, o
son estudiantes, un pequeño comercio y seguramente, a no ser por un golpe de suerte
sus vidas permanecerán en un mundo muy local Efectivamente es la creencia en un
sueño lo que los podría convertir en una persona famosa. Un jurado también, como en el otro programa, los evalúa, les asigna puntos y los posiciona
en algún lugar de la escala del éxito. Se les adjudica una nota numérica, y
también se argumenta por qué cada jurado
le asigna esa nota. Lo notable también en este segundo programa es el alcance
nacional de la participación, no sólo están presentes personas de las grandes
ciudades sino también de ciudades pequeñas de provincias. Los géneros de la canción que se presentan
son de los más variados al igual que las calidades de lo que allí se pone en
escena. El éxito de esta “hora de los amateurs”, como denomina Paula Sibilia a
este estallido público de personas no conocidas, viene a mostrar -contrariamente
a lo que se afirmó en estos últimos tiempos como consecuencia del auge de las
nuevas tecnologías y el cambio de ciertas prácticas comunicaciones a partir de
internet y de la creciente presencia de ipads y smartphones- que la televisión
tiene cuerda para rato. Por último, es notable señalar como sensibilidad de
época a través de estos programas, otro rasgo sobresaliente de la cultura
actual como es la impronta deportiva. También en el mundo de la publicidad se
hace referencia a la lógica del game para promocionar un producto. Los
publicistas hablan de gamification, se trata de asignarle un plus de puntos al
producto que se pretende imponer en el mercado Si tenés cierto producto o comprás
en cierto lugar las personas irán acumulando puntos Así es como en el lenguaje
cotidiano se ha instalado la frase “Las personas “rankean”, esto es, si ocupan
un lugar dentro de cierta escala de valores legítimos. Del mismo modo que sumamos puntos para viajar,
para comprar en el supermercado, en el shopping, también los “amateurs” suman
puntos para ocupar algún lugar en el mundo de los sueños. Cantar y bailar son
sueños a los que un Jurado les asigna un puntaje, si sumamos muchos puntos
podremos participar más de una vez en esa audiencia inconmensurable que genera
la televisión como la de los públicos de los partidos de tenis, las
competencias mundiales como las olimpiadas, o los mundiales de futbol. Si bien
las personas buscan trascender a través de alguna performance en la televisión,
finalmente lo que todos buscan es ser reconocidos por la familia y los amigos.
Y este rasgo parece haber sido captado por los productos televisivos y
fundamentalmente por la discursividad Tinelli. En definitiva, lo que
a la gente común más le importa es llegar a la fama que implica ser visto por
una audiencia desconocida con el objetivo de ser mostrada a los “seres queridos” mediados por la cámara. En definitiva eso que ya demostraron quizás
alguna vez en una reunión familiar o en el escenario de una fiesta escolar. No
mucho más.
**Ana Wortman es Dra. en
Ciencias Sociales y autora del libro Construcción imaginaria de la desigualdad social. Buenos
Aires, CLACSO-ASDII, 2007.
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