30 agosto 2012

Entrevista/Entrevista al juez Daniel Rafecas, autor del ensayo “Historia de la solución final”/Por Jorge Boccanera


EL HORROR Y SUS POLEAS DE TRANSMISIÓN

Entrevista al juez Daniel Rafecas, autor del ensayo “Historia de la solución final”
                                                                                                             
Por Jorge Boccanera
(para La Tecl@ Eñe)


El camino que va del hostigamiento a las cámaras de gas instaladas en los campos de concentración -con un saldo de seis millones de judíos asesinados- está jalonado por imágenes de extrema crueldad: ejecuciones en masa, inanición planificada y otras formas del exterminio.   
En el libro Historia de la solución final, editado recientemente por el sello Siglo XXI, el juez Daniel Rafecas analiza las etapas de este genocidio a manos de la maquinaria nazi: un discurso antisemita, enfático y demencial sostenido desde las armas –especialmente las SS- como desde una ingeniería burocrática. Escrito con un lenguaje sostenido y ampliamente documentado, este ensayo desglosa las fases que van a desembocar en la llamada Solución Final; es decir: los distintos ajustes de la soga en la garganta de la víctima.
Esa horca que estuvo en manos de Heinrich Himmler, el oficial que tuvo en sus manos el control total del “aparato punitivo interno del régimen” por medio de las Escuadras de Protección, y que fuera secundado por dos militares altamente eficaces en sus labores de verdugos: Reinhard Heydrich (muerto en 1942 a manos de partisanos checos) y Adolf Eichman (atrapado en Argentina y linchado en Israel en 1962). A éste último, sindicado por algunos investigadores como el hombre que diseñó la aniquilación de millones de personas, Rafecas lo ubica en su libro “en el espinel burocrático Himmler-Heydrich-Müller-Ecihmann” encargado de dar una “solución” al “problema judío. Todo, claro está, luego de “interpretar” el punto de vista de Hitler, quien a inicios de 1939 ya decía en relación a los judíos, frases como la que sigue: “esta plaga debe ser destruida”.
Aunque Ecihmann no ocupa un lugar preminente en las páginas de Historia de la solución final –teniendo en cuenta su responsabilidad como “especialista en temas judíos” y los años que vivió en Argentina- el autor del ensayo lo califica en las páginas de su libro  de “solícito”, y añade que siempre estuvo: “en el centro de la escena de las sucesivas etapas por las que atravesó la Solución Final, y así sería hasta el final”.
En el diálogo que sigue, Rafecas aborda éste punto, como también la responsabilidad civil, el poder de los jerarcas nazis, el furor jurídico dictando leyes que aumentaban día con día la vulnerabilidad de los judíos, el papel de una burocrática destinada a administrar el horror y la falta de ayuda internacional a las víctimas en el momento preciso.



- ¿Participaron en las diferentes etapas de la “solución final”, además de las Fuerzas Armadas y el Partido Nacionalsocialista, sectores importantes de la sociedad civil, además de industriales, intelectuales, religiosos, científicos?

- Mi impresión tras investigar el tema en profundidad es que, en líneas generales, la etapa del exterminio de los judíos europeos (fusilamientos en el este y campos de exterminio) fue llevado adelante en estricto secreto, incluso respecto de la sociedad alemana. De modo que es difícil trasladar la "condena" por la Shoa a toda la sociedad civil alemana y austriaca.  

- En este sentido, usted habla del “coro de juristas” que dieron su aval al Estado racista, abriendo paso a una legislación dirigida a hostigar al judío...

- El aporte esencial de parte de juristas e intelectuales al régimen nazi se dio sobre todo durante la primera mitad de vigencia de la dictadura (1933-1939), allí fue cuando se los necesitó para legitimar el desmantelamiento del Estado de derecho. Una vez iniciada la guerra, el camino hacia el exterminio ya estaba allanado. Bastó con hacer uso del Estado policial ya consolidado durante la etapa anterior.

- Si Hitler estaba a la cabeza del exterminio, ¿qué papel jugaron en las etapas del genocidio y su aceleración, otros jerarcas nazis como Goebbels, Hans Frank, Göring, Himmler?

- Todos ellos, a los que sumaría a Reinhard Heydrich, cumplieron un papel esencial en la Solución Final, dado que llevaron a la práctica la decisión de Hitler respecto de los judíos europeos, y sirvieron de polea de transmisión entre el Führer y las distintas burocracias estatales encargadas de su implementación.  

- ¿Cómo lograron posicionarse las SS (Escuadras de Protección)  como fuerza principal del aparato armado nazi y cuáles fueron las internas y disputas más evidentes dentro de las Fuerzas Armadas del nazismo?

- A fuerza de intrigas y de un manejo sumamente astuto de las circunstancias políticas y bélicas. En este sentido, Heinrich Himmler no tenía rival en el entorno de Hitler. Si bien había rivalidades e internas, ninguna de ellas tuvo incidencia en la Solución Final. Corolario de ello fue la conferencia de Wansee, en donde todas las burocracias reconocieron la primacía de una de ellas (las SS) respecto de la "cuestión judía".  

- ¿Hubo de parte de los judíos, aparte de la insurrección de Varsovia, resistencia a las masacres, los fusilamientos en masa, la deportación a los campos?

- Eso está explicado en el libro. Me remito a la respuesta allí dada, que es compleja, con muchos aspectos a tener en cuenta. (N. de R: Rafecas expresa en su libro que los hechos de resistencia colectiva fueron “episodios” aislados, y de judíos resignados; aunque admite enfrentamientos heroicos” que surgieron tras la decisión del nazismo de implementar la solución final). Diría como resumen que la combinación de terror y engaño que los nazis aplicaron sobre los judíos resultó muy efectiva para su paralización durante todas las etapas que terminaron en los campos de exterminio.

- Su ensayo habla de indiferencia a nivel internacional ante los desmanes del nazismo contra los judíos (la conferencia de Evian, por ejemplo) y señala que Occidente “actuó movido por intereses mezquinos”...

- En efecto, frente a un colectivo social en grave peligro, que bien podía haber sido evacuado y puesto a salvo, se le dio prioridad a cálculos mezquinos de corto plazo, en términos electoralistas, y a prejuicios que llevaban a considerarlos "inasimilables" y rótulos por el estilo.

- En ese sentido, Argentina fue una de los países que rechazaron barcos llenos de judíos que huían del régimen nazi...

- Al igual que el resto de Latinoamérica, era una política inmigratoria común a toda la región…

- En el reverso de esa realidad, hubieron personas que lograron salvar muchas vidas: usted cita a un diplomático chino que logró que 18 mil refugiados pudieran llegar a Shangai...

- Sí, se trató de iniciativas individuales de algunos cónsules y embajadores que aprovechaban algún resquicio de su legislación para salvar vidas, todos ellos fueron reconocidos como Justos entre las Naciones por Yad Vashem.

- El nombre de Eichman resuena en Argentina –donde se escondió por años hasta ser detenido por un comando israelí- y sobre él se han escrito numerosos libros en los que se subraya su protagonismo criminal en el proceso de aniquilación. En su ensayo aparece ocupando un lugar secundario -un burócrata “solícito” con gran capacidad de trabajo-, ¿cuál fue para usted su grado de responsabilidad?

- El Obersturmbannführer (Teniente Coronel) de las SS Adolf Eichmann, cabeza del Departamento IV-b-4 de Asuntos Judíos de la Oficina Principal de Seguridad del Reich (RSHA) que dependía de las SS, tuvo un rol protagónico en todas y cada una de las etapas de la Solución Final. Eichmann aparece participando activamente en todas esas etapas. Lo que sucede es que él dependía en la toma de decisiones de sus superiores (Hartl, Müller, Heydrich y Himmler, de abajo hacia arriba por la cadena de mandos) y era más que nada alguien muy eficiente en el cumplimiento de órdenes y directivas muy complejas, en torno a los asuntos judíos en toda la Europa ocupada.

- ¿De qué modo se fue conformando, en paralelo a la maquinaria bélica, ese enorme aparato burocrático que sustentó al régimen?

- Fue un trabajo paso a paso que fueron elaborando Himmler y Heydrich. En especial, en concentrar en una sola superestructura todas las dependencias que fue absorbiendo paulatinamente las SS a expensas de otras burocracias. La RSHA (Oficina Principal de Seguridad del Reich, creada en 1939) fue el máximo exponente de esta dinámica burocrática centrífuga.

- ¿Fue una herramienta importante del aparataje nazi el discurso altisonante y patriotero, con el que se trató de validar y dar base argumental a las matanzas?

- Sólo en parte. Sirvieron más que nada para el Ejército. Para los burócratas, fueron necesarios otros discursos, más refinados (raciales, criminológicos, biológicos, etc., es decir, supuestamente "científicos").

- Tanto en los discursos como en el papelerío administrativo, hay una apelación al eufemismo, tal como sucedió en la dictadura argentina de 1976; frases como “enemigo interno”, “deportación”, “traslados”, “soluciones eficaces”, etc.

- Éste es un fenómeno característico de los procesos genocidas. Los tenemos también en el genocidio de los armenios, y en la dictadura militar argentina. Va de la mano con la lógica de las matanzas administrativas, a través del empleo de burócratas, lo que Hannah Arendt denominó la banalidad del Mal. 

- Algunos analistas del nazismo hablan de la reunión de Wannsee, en 1942, como la instancia crucial en la decisión de la “solución final”. Usted habla, en cambio, de una reunión para repartir responsabilidades y mostrar la supremacía de las SS en el tema. ¿Qué incidencia tuvo esta reunión en un año en que ya estaba llevándose a cabo el genocidio?

- Como se sostiene en el libro, la importancia de Wansee fue relativa. Hubiese sido más importante de haberse concretado el "Plan Siberia" (N de R: Los nazis daban por descontado el derrumbe de la Unión Soviética, y la conquista de esos territorios.  Y en ese contexto idearon, inspirados en el genocidio Armenio, un plan para deportar a todos los judíos europeos a las estepas siberianas. Este plan se conoció como El plan Siberia: los nazis pensaban deportar masivamente a los judíos europeos a las estepas siberianas para que allí perecieran de hambre y frío) Pero ello nunca se concretó, y Wansee perdió entonces trascendencia real.

- Usted rebate la idea un tanto primaria y generalizada de que el frío en suelo ruso fue el  factor determinante para que Alemania perdiera la guerra...

- No fue el frío quien frenó y puso a la retirada a la Wehrmacht en diciembre de 1941, sino el ejército soviético a un costo de cientos de miles de vidas. El frío incidió sin dudas, pero el factor determinante fue la determinación soviética en la defensa de Moscú.

- ¿Cómo caracterizaría la personalidad de Hitler, teniendo en cuenta su concentración de poder, se exaltación enfermiza del conflicto, su confianza desmedida, sus decisiones apresuradas, sus graves errores como estratega?

- Como un megalómano y un tirano, que creía que estaba predestinado por "la providencia" a llevar a Alemania y a la raza aria a la supremacía mundial...



Entrevista realizada por Jorge Boccanera para La Tecl@ Eñe



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