22 marzo 2012

Carta Abierta a Osvaldo Pepe: El Gen Montonero y la eugenesia de Clarín/Por Conrado Yasenza.



Carta Abierta a Osvaldo Pepe:
El Gen Montonero y la eugenesia de Clarín.

Por Conrado Yasenza*

Esta es la solución argentina para los problemas argentinos. Osvaldo Pepe desempolva en su editorial de Clarín del 12 de Marzo de 2012 ("Los imberbes de Aerolíneas") la teoría de la eugenesia nazi que luego haría suya la dictadura militar argentina desde el 76 y hasta el 82, junto a sus cómplices civiles, entre ellos muchos de los directivos de medios de comunicación que hoy siguen en sus puestos y se proclaman defensores de la institucionalidad republicana de la Nación.
  Y es en esa dirección, es dentro de esa matriz argumentativa – el gen tanático y montonero que los imberbes de hoy han heredado de quienes no fueron vencidos (y sí) en esa guerra de “dos demonios”-,  desde la cual Osvaldo Pepe ha elaborado ese editorial que podría leerse como una de aquellas columnas de opinión escritas en los peores años de la última dictadura militar. Pepe no puede escapar a esa matrix que despliega sus tentáculos en torno a ideas que ha costado desnaturalizar en el pensamiento de los argentinos – si es que se han desnaturalizado en su cristalización de sentido - : "los hijos de los montoneros y "el gen" que los padres transmitían a sus hijos, motivo por el que debían ser separados y entregados a familias que los educaran en los valores occidentales y cristianos de la república agredida, y hoy “desaparecida” – a qué grado de perversión ha llegado en la malversación del lenguaje, el dictador enjuiciado y preso por la República Democrática Recuperada- según declaró Videla en la entrevista que le realizaron para la revista española Cambio 16.
Volviendo al artículo de Pepe, éste dice: "Muchos de ellos son hijos o familiares de militantes montoneros. Los identifica el mismo gen que a sus padres. No es el coraje que, aun en el error, mostraron aquellos cuadros armados que desafiaron al propio Perón, sino la soberbia... "No matan, adoctrinan a jóvenes incautos y los intoxican con una falsa épica." .... Consuelo pobre para estos herederos del “relato”. No Pepe, no matan, aunque le suene a "consuelo pobre"; pobre porque si mataran o le sugirieran a usted, con un mínimo detalle, que esas son sus intenciones ¿pediría la rápida intervención del ejército para restablecer el orden Nacional? ¿Justificaría su aniquilamiento, el de los nuevos jóvenes imberbes, para evitar que el gen montonero se implante nuevamente en la República, adoctrinando jóvenes incautos, para trepanar sus mentes con ideas subversivas? ¿Esa sería la solución Argentina para los problemas argentinos? No se olvide Pepe que usted escribe en un diario de gran tirada, que llega a mucha gente con distintos grados de incidencia, y que entre esa gran cantidad de seres que lo leen pueden estar aquellos que sólo necesitan una palabra, un argumento, que los habilite para matar a esos jóvenes imberbes sobre quienes embiste en su nota.
Esta hipótesis, la de los jóvenes camporistas matando,  es hoy impensable pero intuyo, leo en su editorial, que hay allí un muy oscuro deseo reprimido, y un oscuro objeto de deseo tanático, estigmatizador de lo nuevo y joven. Le molesta a usted y a sus patrones, esa vitalidad militante que los jóvenes kirchneristas no ocultan y ponen en práctica política para sostener un proyecto cuyo anhelo es lograr un país más justo y digno, más vivible y deseable. Pero usted, Pepe, junto a su dueño, flotan en el lodazal como esos viejos e inmensos hipopótamos de aquella antigua pampa civilizada. Esto que hacen ustedes todos los días desde su orwelliano ojo avizor no es Periodismo, es terrorismo mediático y empresarial y están acostumbrados  a ello, por lo menos los que firman sus opiniones; son los coraceros que defienden la empresa que sus patrones forjaron negociando con el terror. Y no es que hayan errado el camino: Lo tienen muy claro, sólo que las voluntades de miles de compatriotas (¡cómo les molesta el 54%!) y un trabajado y costoso cambio cultural y político, les impide salir corriendo a berrear frente a militares para que les saquen de encima, y de una vez por todas, a la nueva tiranía del siglo XXI, sin animarse del todo a reprocharles que no bastaron - o fueron insuficientes - los asesinatos de la fusiladora en el ´55 o la dictadura del 76-82. Usted, Pepe, ¿no habrá estado últimamente tomando el té con Angoso y Videla? Y luego se ofenden cuando la Presidenta los emparenta con el nazismo. Me pregunto, al repasar su editorial, ¿qué mentes tenebrosas hubieran envalentonado, en otros aciagos tiempos, sus palabras de hoy? Usted lo sabe Pepe, trabaja con las palabras, y ellas tienen un peso específico que merece un cuidado atendible, y esto dicho sin pretensiones de policía del lenguaje, cuando se piensa y escribe desde  herencias genéticas que, como dispositivos disciplinantes, establecen relaciones discursivas tendientes a modelar subjetividades, y ya no sólo a ordenar moral y científicamente un discurso; hay sintagmas que engendran monstruos, y también lo sabe. Y no desconoce usted que las palabras tienen filo, pero humedece la piedra en la que blande la daga.  Pepe, qué cabriola penosa ha ejecutado usted en el tiempo y en ese editorial sostenido por una paga de dinero. Y no se ofenda, o acaso no acusan ustedes, desde el medio en el que se desempeña como Secretario de Redacción, al “periodismo militante” de actuar y escribir sólo por dinero – como a los jóvenes de La Cámpora - realizando en esa acusación una transferencia del modus operandi con el que actúan desde las usinas destituyentes de Clarín y La Nación.
Más acá de los genes, porqué ese visceral odio a los chicos de La Cámpora que contrasta groseramente con la apología de la actitud pro de los jóvenes “macristas”. Y qué significa hablar de “falsa épica” cuando se ejerce un falso republicanismo cubriendo mediáticamente al porteño gobernador procesado por escuchas telefónicas. El relato mediático de la falsa épica kirchenrista es otro relato, otra construcción o recorte de la realidad que genera, a su vez, otra, “la realidad de los medios”, la cual sostiene como argumento la idea de que todo relato político es falso, engañoso; es la impostura o simulación. Ahora, usted – nuevamente- lo sabe, o debiera saber, lo que las teorías de la comunicación de los años ochenta nos enseñaron sobre los mass-media: a través de las técnicas del montaje, el recorte  y  los intereses especulativos, crean una realidad que nada tiene que ver con lo cotidiano y que responde a las necesidades de la llamada realidad mediática. Realidad y discurso mediático que ha vaciado de contenido el concepto lingüístico de relato, como bien describe Horacio González, ya que “en verdad, hoy esta palabra no tiene circulación ni sentido, triturada por las fábricas peyorativas de los laboratorios políticos argentinos”
Recuerdo,  en el final de esta breve carta, y volviendo a su argumentación cuasi cientificista del gen montonero heredado por los jóvenes de La Cámpora,  las palabras del poeta salvadoreño Roque Dalton, en el poema "Los Policías y los Guardias": "El pueblo es un montón de débiles y pendejos... qué bien hicimos al pasarnos del lado de los vivos y de los fuertes"


*Periodista. Dtor. de la Revista digital de Cultura y Política La Tecl@ Eñe www.lateclaene.blogspot.com





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