10 julio 2009

Poesía/ Informe Especial sobre Poesía y Mercado

Informe sobre Poesía y Mercado
Poesía y Mercado: Los senderos de la voz poética


Ilustración: León Ferrari

Las puertas de la casa se han abierto en este número, con total libertad, a la poesía. Pero no para leer versos que nos inquieten y nos inspiren sino para analizar qué relación existe, si es posible la relación y su existencia, entre poesía y mercado. ¿Es la poesía una mercancía de cambio entre los poetas que no parece llevarse nada bien con la sociedad de consumo? ¿Posee la poesía una función social? ¿Cuál es el rol que juegan los Centros Culturales y los Café Literarios? ¿Es posible hablar de economía y políticas de Estado que se encarguen de la viva persistencia de una voz poética?
Desde este punto de partida el informe intenta trazar un panorama de la producción poética y su imbricación con los modos de difusión como editoriales, librerías e internet.
El Informe se inicia con dos trabajos: Poesía: Entre trabajo y mercado, escrito por Wenceslao Maldonado; y Poetas: Hablemos de Economía, por Luis Benítez. Y cobra un corpus crítico con los aportes de varios poetas que respondieron con gran disposición a un cuestionario preestablecido.
Aquí, una diversidad de voces de la poesía que se han hecho presentes para darle vida a la reflexión gracias a la generosidad y convocatoria del poeta Rolando Revagliatti.

Conrado Yasenza



POESÍA
entre trabajo y mercado


Por Wenceslao Maldonado*


(para La Tecl@ Eñe)


Ilustración: Carlos Gorrianera

1.- Relación de la poesía con la mercadotecnia.

· En la actualidad, la poesía parece llevarse mal con la sociedad de “consumo”; por lo tanto es difícil considerarla como un bien que se venda con facilidad. De hecho parecería más bien que se trata de una “mercancía de cambio”. Los poetas suelen regalar sus obras intercambiándolas con las de otros. Es una praxis bastante generalizada que se puede observar en los cafés literarios.
· Mientras en el pasado había editoriales de cierto vuelo comercial que publicaban poetas contemporáneos (p.ej. Losada con un rico fondo editorial que incluía a Neruda, Alberti, García Lorca, Machado, M. Hernández, etc.), hoy podríamos decir que apenas han podido sobrevivir a las leyes actuales del mercado escritores/poetas como Juan Gelman y Benedetti.
· El año pasado (octubre 2008) “Ayeshalibros” organizó en la Biblioteca Nacional unas Jornadas que se llamaron VOCES TENUES. Cómo hacer para que el mensaje llegue. En la primera jornada se reflexionó sobre “Editoriales de Arte y de Autor” y hubo una experiencia común que compartieron casi todos los presentes: la poesía debe buscar a sus lectores, más allá de la publicidad; para ello es necesario que el poeta cree un microclima (que hoy se logra en parte con los centros culturales y los cafés literarios). Al día siguiente se habló sobre “La Alternativa Digital”, una modalidad que, gracias a las actuales tecnologías, permite que la poesía llegue más lejos de lo que se puede imaginar.
· Semana a semana Ramón Fanelli nos envía su cronograma semanal de eventos poéticos de la ciudad de Buenos Aires y la provincia en el primer cordón urbano. En este cronograma se suman revistas digitales y programas radiales. Todo esto corrobora el esfuerzo por crear esos “microclimas” que sirvan para cultivar la relación poesía-autor-lector. Es entusiasmante ver cómo no hay día en que no se realicen entre dos y tres encuentros poéticos en cafés literarios.
· Otro fenómeno interesante para observar es la Feria del Libro Independiente de Argentina, conocida por su sigla FLIA. en Buenos Aires. En marzo de este año se hizo la 10ª FLIA en el espacio rescatado del estacionamiento detrás de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Es importante ver cómo se ha ido creando un espacio alternativo en el que se genera otra forma de hacer, vivir y consumir cultura, con un lema que suena fuerte como negación del mercado y la cultura oficial: “SOCIALIZANDO LA CULTURA LIBRE Y EL CRECIMIENTO COLECTIVO”. Aquí se dan cita la editoriales independientes y las producciones artesanales más llamativas: desde Milena Caserola y Belleza y Felicidad, por mencionar dos muy conocidas en el medio, hasta Antiprincipito, La quetrófila, La gomera, Final abierto, La Bola en la Ingle, Casi incendio la casa, Artistas sin patrón, Funesiana, Hasta las chapas, Ratón tuerto, Refugio de monos, etc. etc. etc. Más de cien expositores que hacen y venden sus libros.
· Por todo lo dicho hasta aquí con la SEA (Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina), grupo al que pertenezco, venimos reflexionando que, lejos de lamentarnos de que la “poesía no se venda”, hay que imponer, antes que nada, la idea de que el poeta es esencialmente un “trabajador”, un “artesano” (como lo está mostrando el colectivo de la FLIA.), es decir poietés / tejnites, “hacedor/artesano” como pensaban los griegos, pero despojándolo de su lugar privilegiado de “inspirado”, una relación peculiar con los dioses, que aparece en casi todos los libros sagrados de la antigüedad y cuya tradición se mantuvo (o se mantiene) hasta ahora. El trabajador tiene que luchar por su paga y para eso da más fuerza el saber sindicalizarse. Esto lo hemos hecho obteniendo del gobierno de la ciudad, como ley de la legislatura, el “reconocimiento de la actividad literaria”, llamado vulgarmente “pensión del escritor” (aprobado en marzo 2009), y que actualmente estamos bregando para que sea ley nacional y abarque toda la actividad artística.

2.- Función de la poesía.

· Si hasta ahora hablamos de trabajo y mercado, es claro que es porque la poesía no se puede desligar de la sociedad, ya que tiene una función social precisamente como “trabajo para una comunidad”.
· Esta “función social” se puede desglosar analizando algunas perspectivas del “hecho poético-creativo”:
a) la poesía como hecho comunicativo (o función comunicativa de la poesía) existe a partir de la palabra y su red de significaciones del lenguaje, en el que se resignifican metafóricamente las mismas palabras del hablar social;
b) si la poesía comunica, es porque expresa, es decir, es un hecho expresivo, “expresión” que no significa necesariamente trasmisión conceptual sino también expresión emocional y sensual, es decir, valores que también la palabra tiene en sus matices musicales (sonido, tono, ritmo) y que el poeta saca o pone fuera de su interioridad, esto es, “expresa”;
c) la poesía logra “resignificar” lo que se dice y expresa diariamente como hecho estético ya que apunta a la belleza, aunque parta de los materiales menos nobles de la “fealdad” (el romanticismo, Víctor Hugo a la cabeza, señala que el arte puede incorporar también “lo feo” como bello paradójicamente);
d) y podríamos decir que la poesía es polifuncional porque puede llegar a adecuarse a otros intereses y funciones que la sociedad carga en el lenguaje, por ejemplo: el compromiso político, el valor educativo, el carácter lúdico, la función religiosa y ritual, el poder de consuelo y sanación, etc. que ya percibimos desde los primeros poemas monumentales de occidentes que fueron la Ilíada y la Odisea.


3.- Vehículos difusores de la poesía.

· Si la poesía como tal no se lleva tan bien con el mercado, como decía más arriba, no quiere decir que no tenga su difusión, aún en medio de dificultades. La mayor dificultad y el peor peligro de esta sociedad es, antes que nada, reducir todo a “mercado”, a “mercancía”, incluyendo los valores culturales de una sociedad, su visión de vida y muerte en definitiva, logrando un sistema de doblegamiento y sumisión en la “industria cultural”. Repaso algunas estrategias de difusión que intentan escapar a la industria cultural.
· Ante todo están las ASOCIACIONES e INSTITUCIONES que tienen sus modalidades de agrupación de escritores como contención y defensa, y sus proyectos y planes de difusión. Menciono en especial a APOA (Asociación de Poetas Argentinos) que cuenta con una editorial y revista “La Guillotina” y que reúne a poetas de todo el país los segundos miércoles de mes (hay entrevistas, poetas invitados, rescates y micrófono abierto). Dos asociaciones de escritores de primera línea en Buenos Aires con filiales en todo el país son SADE (Sociedad Argentina de Escritores, con reuniones semanales en la Casa de Lugones, su sede) y SEA (Sociedad de Escritores y Escritores de Argentina), institución más reciente (su sede en el edificio de ferrocarril de Plaza Miserere) que lucha, como señalamos, por los derechos del escritor/a a modo de sindicato. Y cabría señalar otras asociaciones como ALIJA para la literatura infantil y juvenil, o AYESHA, mencionada anteriormente, sociedad civil dedicada a la promoción y difusión, etc.
· Los PROGRAMAS DE LECTURA de poesía que algunas de las asociaciones anteriormente mencionadas y otras van organizando y proponiendo. APOA hizo recientemente la convocatoria para la jornada “ARGENTINA LEE POESÍA” que se realizará en todo el país el 8 de septiembre. La SEA acaba de dar término a las tres jornadas de lectura en la Ciudad de Buenos Aires, 1º al 3 de julio, bajo el lema “LEER DESPIERTA” que abarcó las 15 comunas de la ciudad y concluyó con una grabación para el CICALE (biblioteca de libros en audio digital) de poemas de Olga Orozco y Francisco Madariaga.
· Los CAFÉS y CENTROS CULTURALES que con diversos ritmos y en forma abierta reúnen gente como expresión de esta “resistencia cultural” inclaudicable. Podemos indicar algunos lugares típicos de estas reuniones, como el Bar Bukowski, el Café Monserrat, la Casona del Teatro, el Bar La Subasta, etc.
· Las EDITORIALES DE POESÍA que publican en forma autónoma y constante los materiales de autores de diversísimo tipo. Cabe destacar a editores de la garra de José Luis Mangieri que dedicaron toda una vida a la poesía. Muchas editoriales han resistido los embates del tiempo y logran coordinar a editoriales más nuevas y recientes, como es el caso de “Botella al mar” que desde hace años viene convocando a editores de poesía para lograr una “Zona de Poesía” en la Feria del Libro.
· No son muchas las LIBRERÍAS que dan espacio destacado a la poesía, pero no puedo dejar de mencionar al menos a la Librería Hernández y a la emblemática Gandhi, las dos en la Avenida Corrientes, que junto con Losada ofrecen muchos de los títulos disponibles de grupos editoriales internacionales y editoriales locales más humildes. Recientemente se ha inaugurado en Alsina 975 la librería Otras Letras, que ofrece material poético de los Grupos LGTTB, muchas veces injustamente discriminados, por lo que la presencia de las autoridades del INADI dieron al hecho un carácter de lucha contra la discriminación.
· Las REVISTAS y BLOGS digitales que hoy se enumeran en cantidades casi inimaginables como una alternativa ofrecida por las tecnologías recientes y que posibilitan la llegada a todos y el abaratamiento de los costos (sobre todo para revistas que antes tenían importantes ediciones en papel).

4.- Panorama de la poesía nueva

· Como todos los hechos humanos, la poesía cambia, se transforma, se recrea, envejece, se hace historia, se transforma en paradigma y hasta se olvida y se redescubre. Por eso es interesante ver siempre qué es lo que está pasando en este mundo cambiante de la poesía y de toda la actividad artística y humana que marca estéticas, rumbos, opciones, influencias. Ante todo sugiero el análisis detenido de ÚLTIMA POESÍA ARGENTINA (Ediciones en Danza 2008) ya que reúne a jóvenes poetas menores de 30 años de todo el país, elegidos con trabajo arduo a lo largo de más de dos años. Hay algunos que se están haciendo sentir (me llaman la atención Florencia Abadi, Juan Esteban Linares y Dante Sepúlveda); con otros he tenido el placer de trabajar o compartir (como Martín Pucheta y Alejandro Villamañe, véase el evento “Wences y sus amigxs” en los Viernes Prohibidos). Es el caso también de revisar nombres en los libros expuestos en la FLIA. (ver mi nota para la revista digital Lamás Médula), sobre todo en los catálogos abundantes de Milena Caserola y Belleza y Felicidad.
· En estos últimos grupos de la FLIA. se pregona, en forma urgente, la libertad expresiva y la anarquía política. Seguramente que en sus expresiones hay un gesto de ruptura y una voluntad de libertad ante los modelos oficiales propuestos anteriormente. Señalo algunas marcas que creo encontrar, aún en medio de las contradicciones de un tiempo que se percibe como de crisis:
a) eclecticismo: a partir de “está todo bien”, un reciclaje de estilos y modalidades que vienen de arrastre desde el posmodernismo, y hace que todo sea respetable y todo pueda mezclarse;
b) tecnología: uso de un lenguaje “de celular”, cortante, sintético, antiortográfico, antisintáctico, en el que entran todos los deshechos de basura gramatical; en este lenguaje las palabras se caracterizan, en buena parte, por ser alusivas o elusivas, lúdicas y hasta violentas (recarga de mayúscula, de repeticiones, de signos, etc.);
c) narcisismo: si la industria cultural globalizada despoja necesariamente del “yo” a todo lo que se produce en serie y se desparrama en el mercado del mundo, ahora hay una “vuelta al yo”, a veces mezclada de soledad, aislamiento o egoísmo, a veces compartida en forma tribal, pero que reinstala (aunque se repita mucho “ése es tu problema”) el yo como un símbolo paradigmático de toda una categoría (por lo menos de toda una tribu);
d) ecología: la vuelta a la naturaleza no va tanto por el lado de la militancia en defensa del ecosistema (tipo Greenpeace), sino más bien como un redescubrimiento, casi primitivo, de las sensaciones que la naturaleza propone a los sentidos que el mundo del consumo y sus adicciones ha negado; el sentido del placer va unido con tintes fuertes a esta perspectiva.


5.- Literatura y relación con el “fenómeno” de internet.

· En la 30ª Feria del Libro (2004) se organizó una mesa redonda, en la que participé, sobre el tema “Literatura en Internet” (05/05/04); a mí me tocó hablar de la relación de internet con la enseñanza y aprendizaje de la literatura. Mi conclusión fue que internet se convierte en un aliado cuando a los alumnos se los invita a investigar dentro de pautas determinadas (indicación de fuente, cita textual en forma oportuna, elección crítica de la información y otras cuestiones), superando la tentación de la copia y el pegoteo acrítico, mentiroso, ladrón y hasta incoherente. Internet es una oportunidad para llegar a obras que no están al alcance y a información que difícilmente se podría reunir de otro modo.
· Ya hemos dicho antes que internet es el espacio alternativo para revistas digitales y blogs interactivos, así como se transforma en un lugar privilegiado, y no ya alternativo, para hacer seminarios y talleres literarios a distancia (experiencia que vive a diario Marcelo Di Marco, como expuso en aquella mesa redonda del 2004 en la Feria del Libro.

* WENCESLAO MALDONADO

Buenos Aires, julio 2009.



*WENCESLAO MALDONADO nació en Buenos Aires en 1940. Estudió teología en la UPS (Roma) y letras en la UCA (Buenos Aires) y en la Università degli Studi (Trieste). Fue docente de griego clásico, latín y literatura italiana.

Publicó los siguientes libros de poesía: La estación necesaria (Biblos, 1990), El hombre herido (Alicia Gallegos Editora, 1994), Tierra intranquila (A.Gallegos, 1994), Dioses del deseo antiguo (Libretas del Rojas, 1995; 2° premio Concurso “Centenario”, Sociedad Italiana XX Setiembre, 1994), Si cortarle la cabeza a la Gorgona (Último Reino, 1997; 1er. premio XIX Encuentro Patagónico de Escritores, Pto. Madryn, 1996), Ceremonial de una familia oscura (Elefante en el bazar, 1997; finalista concurso “Ramón Plaza”, 1996). En la primera década del siglo XXI fueron editadas las libretas Paraíso desechado y Paternidad de sombra (Epifanía, 2006) y Manual de Osos Prácticos (Simposio, 2008), y se despidió de la actividad docente también con una libreta, Zureo (Epifanía, 2008). Su última publicación La Proctomaquia o el Cantar de los Culos. Poema épico-paródico de Aristón de Mitilene (Simposio, 2008) puede clasificarse entre poesía y narrativa.
Ganó el Primer Premio “Iniciación en Prosa”, bienio 1992-1993, de la Secretaría de Cultura de la Nación, por el libro de cuentos Arquitectura Gótica (Tridente, 1999). En 2004 apareció su segundo libro de narrativa, Fronteras (Epifanía).
En teatro fue finalista del Concurso de Teatro Breve “Fray Mocho 1997” con la obra La historia del cliptodonte (estreno en noviembre 1997). Integró el grupo ZEUS TEATRO, con Marcelo Gamarra y dirigido por Sergio Chiocca, que presentó en varias temporadas entre 1998 y 2000 La Musa de los muchachos, presentación irreverente de poemas eróticos griegos, con dramatización del mismo Maldonado.
En la página web de AYESHALIBROS se encuentra Entre Afrodita y Eros. Deseo, amor y sexo en la poesía de Grecia (Antología anotada).
En la actualidad dirige la Editorial Simposio/las miradas de Eros.
www.wencesmaldonado.com.ar y www.wmaldonado.com.ar
www.editorialsimposio.com.ar



Poesía y narrativa versus edición y mercado

Poetas: hablemos de economía

por LUIS BENÍTEZ*

(para La Tecl@ Eñe)
Ilustración: Carlos Gorrianera

Poetas y cuentistas en un mundo de novela

Ni en la Feria del Libro de Frankfurt, ni en la de Guadalajara, ni en la London Book Fair, es posible colocar los derechos de un autor de poesía o cuentos, a menos que sea tan prestigioso que su nombre sirva para engalanar el catálogo editorial, aunque en ventas no brille en absoluto. El secreto a voces es que ni la poesía ni los cuentos de autores de la generación intermedia venden lo que venden las novelas de los consagrados, el género de mayor consumo. Sin embargo, los libros de cuentos y los poemarios se siguen editando, a escala mundial, gracias a las pequeñas tiradas y a las pequeñas editoriales, que han encontrado un segmento no ambicionado por los pulpos de la industria.
Entre consagrados e intermedios ya con público propio, no se consigue más de un 15% de la torta de Excel para el sector. Bien, para el 85% restante, el mercado –que nada desperdicia, como la naturaleza tampoco lo hace- ha inventado otra posibilidad. Ha tenido que invertir los términos, pues para concretarla quien habitualmente cobra debe pagar y quien generalmente compra ni siquiera se entera de la existencia del producto. Nos referimos al método de la edición pagada por el autor, quinientos ejemplares que no le dan entrada en los comentarios de los mass-media, reservados para los productos de los anunciantes, y que no posibilitan contacto alguno con el gran público, para que –alguna vez- se interese por una futura obra del autor. Y que, además, obliga a la convivencia (forzada por el mismo rigor que afecta a todos, talentosos o no) entre páginas de mérito y engendros que pasaron por la encuadernación simplemente porque sus temerarios autores o sus madres reunieron el dinero suficiente para que así sucediera.
En todo el mundo, esta plataforma editorial que no aspira a ganar sino a perder, iguala o supera a la comercial en cantidad de títulos y frecuencia de publicación. El ISBN no siempre registra todos estos títulos, lo que torna difícil contabilizar su market share, su participación en el mercado, pero está allí, lista para engullir los bocadillos que las grandes bocas no desean: una montaña de comida, por cuenta y cargo de los autores, que no figura completa en las PCs de la Cámara Argentina del Libro.
Curiosamente, en EE.UU. y Europa este tipo de edición recibe un nombre informal poco halagüeño: se la llama vanity press, porque se subraya que sólo sirve para repartir libros entre parientes y amigos, amén de entre colegas y amateurs. En realidad, sus mejores títulos sirven para otra cosa: para mantener viva la circulación de textos que mañana pueden o no encontrar la miel que destilan la TV y los grandes diarios, pero que son la médula de la literatura de un país. Emile Cioran, el amargado y lúcido viejo que consideraba una maldición haber nacido, lo sabía muy bien: “cuando quiero conocer la literatura de un país, busco primero a sus autores de segunda línea”, decía el gran rumano... que escribía en francés.

Pagando por un sueño

A diferencia de los candidatos testimoniales y la nevada del invierno de 2007, las vanity presses no son fenómenos exclusivamente argentinos: las hay por todo el mundo, como las moscas azules. Para los criterios del mainstream estadounidense y europeo, la edición por vanity press no sólo no cuenta, sino que hasta es un dato desfavorable a la hora de formarse una opinión sobre el autor.
Para el hampa literaria local el juicio es mucho más benigno, principalmente porque en la Argentina intervienen otros factores. El primero es que, fuera de los diez escritores –todos ellos de novelas o ensayos- que viven o podrían vivir sólo de los derechos de autor en nuestro país, el resto es potencial cliente de una vanity press, y lo ha sido, lo es o lo será, si es que desea ver impresos sus versos o sus prosas con alguna continuidad. El segundo motivo es que el estricto código no impreso del mundo de tinta y celulosa indica que, entre vanity presses, se debe obrar con discriminación: puedes pagar por tu edición para seguir circulando –aunque sea por circuito cerrado- pero fíjate muy bien dónde depositas tus ahorros. No son lo mismo tal o cual sello y el hecho de elegir este o aquel, ya indica de qué tribu o clan eres. Hay vanity presses “grasas”, donde publica la chusma irredenta, justamente porque no sabe, y hay otras cool ones, que los iniciados distinguen por la elaborada “imagen de empresa”, de escala liliputiense, en cuanto a números contables, comparada con las del mundo comercial, pero tan celosamente cuidada como lo hacen con la suya las líderes de bienes y servicios.
Sin embargo, grasas o cool publishers, las vanity nacionales corren riesgos actualmente, porque a ellas también las tocan los factores que conmueven al mundo, aunque no hayan volcado sus modestas ganancias en inversiones de riesgo de la bolsa de New York o de Tokio. Es que también el mercado de commodities a escala mundial está alterado por el tsunami financiero y el rubro insumos y servicios de terceros es el punto débil de las vanity argentinas. De hecho, una de las cool ones ha paralizado prácticamente su plan editorial, pese a tener postulantes para 2009, porque los aumentos en el costo del papel hacen preferible devolver los adelantos de los autores antes que seguir con el proyecto de sus libros.
Los números son simples y las especulaciones financieras, también: en 2008, con el dólar a $ 3,30 / $ 3,40, en promedio un kilogramo de papel obra nacional –el que se usa para el interior de los libros- costaba $ 3,80 y su similar importado se conseguía a razón de $ 3,90 el kg. En momentos en que escribo estas líneas, pocos días antes de las elecciones legislativas y con el dólar a $ 3,80 tipo vendedor, el mismo papel cuesta $ 4,40 si es nacional y trepa a $ 4,60 si importado. Aumentó el papel para poesía porcentualmente más que el dólar y el euro. Paradójicamente, el papel más caro y pesado, el de tipo ilustración, que se usa para las tapas de los libros de cuentos y es importado, vale menos por kilogramo que el obra, algo inusitado: $ 4,55 si es alemán; $ 4,50 si viene de Filipinas. Tómese en cuenta que a estos valores ya están sumados los costos de flete. La explicación es sencilla: se vende al por menor menos papel ilustración, reemplazado por cartulina nacional, y por ello, se debe aumentar el precio del papel obra, para compensar la merma en la venta del tipo ilustración. Agregar: el parque industrial argentino es obsoleto en muchos casos, tanto el de las papeleras como el de las imprentas, y ello impide bajar costos a las vanity por ese lado. ¿Se verá más claro, ahora, cómo la realidad se las ingenia para conspirar contra la lírica no sólo metafísicamente hablando?

E-books: la tentación electrónica contra la virtuosa celulosa

El poeta y el narrador breve de la Argentina son bastante conservadores, todavía: no terminan de digerir la revolución de Internet hasta sus últimas consecuencias, y para ellos, un libro está hecho de papel, tinta e hilo. Los libros electrónicos –aunque hayan aprendido de sus sobrinos de siete años a enviar poemas y cuentos a todo el mundo- no son para ellos una opción al costo incrementado del impreso, que hoy y ahora cuesta entre 3.000 y 6.500 pesos, en la tirada clásica de 500 ejemplares, de 64/80 páginas, tapa a modestos dos colores, puestos en una caja grande y pesada y buena suerte tenga mi amigo. Las diferencias con el virtual son grandes; en España, gracias a una mayor convivencia con la posmodernidad y una cuota de desempleo del 25,8 %, el e-book está ganando cada vez más adeptos: de igual cantidad de páginas virtuales que el impreso criollo que acabamos de detallar, cuesta 50/90 euros más IVA, promedio, y queda colocado en el éter electrónico ad aeternitatem.

POD: ¿una mortaja a medida?

Otra variante de las vanity está pidiendo su cuota de market share: se trata de las impresiones a demanda – Print on Demand, POD, por sus siglas en inglés- que posibilitan al autor falto de recursos suficientes para acceder a los ambicionados 500 ejemplares mandar imprimir lo suyo a partir de 50 ó 100 librejos. En proporción, el POD es caro: 100 ejemplares cuestan como 200 ó 250 de los impresos por medio millar, pero algo es algo. La moderna impresión digital mejorada reforzó esta estrategia de urgencia, pero queda claro que los alcances del POD son aun más limitados que los que brinda el tradicional modus operandi de las vanity. Desde luego, el servicio de distribución del POD no existe, pero se compensa esa carencia con la falla característica de las vanity presses: los libros editados por éstas tampoco alcanzan la vidriera de la librería.

Dos parrafitos sobre Frankfurt 2010...

Cerrando esta lóbrega visión de la actualidad del mercado en lo que a verso y cuento argentino se refiere, queda pendiente reflexionar sobre qué hubiese pasado si el Comité Organizador para la Participación Argentina en la Feria del Libro de Fráncfort Edición 2010 (COFRA), que dispone de 100 subsidios a otorgar a editoriales extranjeras ansiosas por traducir y publicar a autores argentinos, a razón de 3.200 dólares por cada uno, hubiese apuntado con la chequera gubernamental a las editoriales argentinas.
320.000 dólares harían poco ruido repartidos entre las grandes editoriales presentes en nuestro país –la mayoría de ellas, adquiridas por consorcios internacionales, como el Grupo Planeta, el Santillana o Mondadori- pero bastante más ruido harían en casa si se ofreciera esa suma a las vanity locales, que surtirían muy bien al stand argentino en Frankfurt, con buenas traducciones y buenas impresiones, algo interesante si tomamos en cuenta que, primordialmente, la Feria de Frankfurt está destinada a la compra y venta de derechos de edición, y es la meta ambicionada por la mayor parte de los poetas y narradores locales. Cabe preguntarse, también, si efectivamente hay 100 editoriales extranjeras interesadas en publicar autores argentinos, cuando 3.200 dólares no alcanzan ni para pagar la traducción profesional, única autorizada a ser impresa en libro en la Unión Europea, y cuyo valor promedio es de 5.000 dólares por 200/300 páginas en el Viejo Mundo y en los alicaídos EE.UU.
En pesos argentinos, 3.200 dólares hoy equivalen a unos 12 mil, con los cuales las sufridas vanity locales pagarían la traducción e impresión de mil ejemplares de cada título sobradamente, surtiendo a los agentes literarios argentinos de 100 mil muestras de nuestra literatura, para negociar, sí, con los editores extranjeros.
Lástima, creo que eran dos buenas ideas: invertir en casa y tomar en cuenta que, en Frankfurt, lo que se necesitan son agentes, buenos agentes literarios, además de libros, buenos libros argentinos.


*Luis Benítez nació en Buenos Aires el 10 de noviembre de 1956. Es miembro de la Academia Iberoamericana de Poesía, Capítulo de New York, (EE.UU.) con sede en la Columbia University, de la World Poetry Society (EE.UU.); de World Poets (Grecia) y del Advisory Board de Poetry Press (La India). Ha recibido numerosos reconocimientos tanto locales como internacionales, entre ellos, el Primer Premio Internacional de Poesía La Porte des Poètes (París, 1991); el Segundo Premio Bienal de la Poesía Argentina (Buenos Aires, 1992); Primer Premio Joven Literatura (Poesía) de la Fundación Amalia Lacroze de Fortabat (Buenos Aires, 1996); Primer Premio del Concurso Internacional de Ficción (Montevideo, 1996); Primo Premio Tuscolorum Di Poesia (Sicilia, Italia, 1996); Primer Premio de Novela Letras de Oro (Buenos Aires, 2003); Accesit 10éme. Concours International de Poésie (París, 2003) y el Premio Internacional para Obra Publicada “Macedonio Palomino” (México, 2008). Ha recibido el título de Compagnon de la Poèsie de la Association La Porte des Poètes, con sede en la Université de La Sorbonne, París, Francia. Miembro de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la República Argentina. Sus 24 libros de poesía, ensayo, narrativa y teatro fueron publicados en Argentina, Chile, España, EE.UU., México, Venezuela y Uruguay.



Poesía: El libre océano de la cultura
Por Osvaldo Darío Vigna*


Ilustración: Mauricio Nizzero

(para La Tecl@ Eñe)



El panorama de la poesía de hoy es tan vasto que nadie puede arriesgar un mapa sin que en el mismo no quede algún mojón sin nombrar. Hace aproximadamente un mes fui invitado a participar de un evento en el que se leería, se improvisaría, se cantaría, se declamaría: poesía. Hubo todo eso y más, mucho más. Hubo contacto, interacción, se manifestó la poesía como algo concreto, movilizador. Pero hubo alguien de no más de 20 años que subió al escenario para decir que él creía que “ hoy en día la poesía en Buenos Aires es como el punk de Londres en 1976 “. Los que supimos disfrutar de Sex Pistols y The Clash sonreímos y comentamos cosas por lo bajo. Pero que entusiasmo de parte del muchachito ¡¡¡¡ Es que para todo un sector de jóvenes la poesía representa la zona mas libre de la cultura actual. Con solo ganas, voluntad y algo de osadía se pueden ensayar los primeros proyectos poéticos y mostrarlos casi inmediatamente en espacios que se multiplican a gran velocidad. Lugares, escenarios que se emplazan y se desarman, pero dejando tras de sí una huella que los trasciende y que hace que lo que era uno sea muy pronto dos o tres y así geométricamente. Claro que los mas versados en el tema hablarán rápidamente de la falta de calidad o del estilo estrepitoso de estas producciones, pero nadie podrá negar este océano que avanza y se apodera de la ciudad y sus noches y se multiplica en revistas, sitios virtuales u otros soportes menos convencionales. Creo que toda esta movida, bien subterránea pero cuantitativamente muy importante abreva en ese espíritu corrosivo que abandono el rock cuando se convirtió en materia vacía de estadios repletos y es ese el camino que estos jóvenes comienzan a transitar.


MERCADO Y POESIA

Me cuesta encarar este tema, ya que siempre estuve como poeta fuera del mercado. Pero ¿ qué mercado ? Hace 20 años que participo de lecturas o eventos afines a la poesía y el único mercado que conozco es la mesita que se instala con los materiales de los actuantes en dichas bacanales poéticas. Y a veces se vende algo y salen contactos y nuevas interacciones para continuar con el nomadismo de siempre. El centro de la ciudad, alguna librería, un centro cultural, recitales de bandas amigas o la periferia del GBA, allí estamos siempre repartiendo palabras, tirando buena onda, mas allá del hippismo sesentista, en contacto con tanta gente que la mira desde el costado pero se siente adentro de algo más importante que el MERCADO.
ESTAN VIVITOS Y COLEANDO, DISFRUTANDO LA EXISTENCIA EN LA POESIA Y CON LA POESIA.VIVIENDOLA.
Sé que en los últimos dos años surgieron largas decenas de editoriales casi autogestionadas de poesía. Muy bien, muy bueno, aleluya. Nadie piensa en ganar plata sino en ver de que modo se pierde menos haciendo lo que les gusta.
CREO QUE MERCADO Y POESIA NO SE LLEVAN BIEN EN TERMINOS DE MERCADO MERCANTIL- CAPITALISTA.
SI CREO QUE EXISTE UN INMENSO UNIVERSO DE LECTORES AVIDOS Y ALLI SI QUE LOS QUE SABEN CORRER POR LAS AUTOPISTAS DE LA VIRTUALIDAD GLOBALIZADORA VAN SACANDO UNOS CUANTOS CUERPOS DE VENTAJA.


*Osvaldo Darío Vigna - Poeta

Los poetas dicen:
Aquí los poetas responden a un cuestionario preestablecido. Pido disculpas a aquellos que hayan quedado fuera del informe: En el próximo número seguirá el debate y serán incorporados. Gracias a todos.


Las Preguntas:

- ¿Cómo observa Usted la relación de la poesía con el mercado editorial del libro?
Es decir cuál es la relación de la poesía con la mercadotecnia?

¿Y cómo observa el panorama de la creación y difusión de la poesía en la actualidad?

¿Tiene alguna opinión formada sobre el fenómeno de Internet y su relación con la literatura ?

¿Existe algún fenómeno de tipo disruptivo de la llamada generación de poetas de los 90 con el relato poético hasta ese entonces?

Para finalizar, cuál es la función de la poesía , si es que posee alguna?



Los poetas y sus reflexiones:


Gustavo López: poesía y Mercado
Una relación no correspondida


- ¿Cómo observa Usted la relación de la poesía con el mercado editorial del libro?
- Lo que observo de esa relación es que élla lo ama y él la esquiva. Parece una relación no correspondida. La poesía es un género que en el campo del mercado es bastante marginal y salvo algunos escritores las ventas están limitadas a un sector pequeño de lectores. Esto es algo que todo el mundo sabe bien desde hace mucho tiempo. Por eso de nada sirve quedarse quejándose y es mejor procurar desarrollar otras estrategias para lograr vincularse con los lectores. Una vez que se gana un lector para la poesía este es fiel y generalmente establece un vínculo inseparable. Hace un tiempo un gran editor amigo me decía que el lector de poesía es un lector más interesante desde el punto de vista del trabajo y el esfuerzo que es necesario para completar el circulo de la literatura, digamos la escritura mas la lectura.
- Es decir cuál es la relación de la poesía con la mercadotecnia?
- De eso no tengo mucha idea. Vox, más que una editorial con estrategias de mercadotecnia, es un proyecto de difusión de la poesía contemporánea que se va ajustando según cada libro y según las posibilidades y disponibilidad que se va teniendo. Buscamos hacer libros económicos y que estén distribuidos y después de todos estos años se ha logrado. Gracias a prueba y error y tener la suerte de estar trabajando en equipo con gente que entiende el fenómeno de la poesía actual como nuestra distribuidora Voy a salir y si me hiere un rayo. Pero todo el mandato comercial de este proyecto se basa hacer entender a los poetas que es necesario que nos ayuden a que los libros sean comprados por los lectores, digamos que saquen la billetera y paguen el valor de tapa. Ese gesto tiene además un contenido simbólico de valoración del texto y habla de más cosas que de la venta. Tenemos una frase de cabecera que resume esta visión: “Poeta no regales tu libro. Tíralo tu mismo!”.
-¿Y cómo observa el panorama de la creación y difusión de la poesía en la actualidad?

-LA producción de poesía en los últimos 20 años creo que es de lo mejor que pasa en la literatura argentina, pero la difusión masiva de estos textos no ha tenido esa correspondencia, recién ahora hay una visión más amplia de dar difusión a este campo.
¿Tiene alguna opinión formada sobre el fenómeno de Internet y su relación con la literatura?
Internet es y será sin dudas el gran dinamizador de la escritura y la lectura, al punto de modificar radicalmente sus practicas, y es una relación insoslayable que genera cambios de paradigmas

- ¿Existe algún fenómeno de tipo disruptivo de la llamada generación de poetas de los 90 con el relato poético hasta ese entonces?
- En algunos casos tal vez sí, en otros se produce una poesía que más que una disrupción es el desarrollo y la evolución lógica de ciertas líneas de escritura. Pero lo que se ha dado en llamar la generación de los 90 hay algunos autores que trabajan con materiales lingüísticos que se podría decir que son extra literarios o que no provienen de la tradición literaria sino de otras practicas culturales y sociales, mezclados con una escritura que se pretende poética. De allí tal vez esta alarma que ha causado. Pero creo que también conviene pensar a cada poeta por separado y esquivarle a las agrupaciones generales que achatan un poco la cosa, ya que hay muchas y múltiples poéticas en juego.
- Para finalizar, cuál es la función de la poesía, si es que posee alguna?

- Parra decía que servia para que los árboles no crezcan torcidos. Esta aparente inutilidad la hace a la vez muy atractiva y la ubica en un lugar de privilegio dentro de la cultura. Cada poeta desea que su escritura tenga una funcionalidad especifica, desde un fuerte trabajo político, en cuanto a imantar el lenguaje en un sentido, hasta levantarse minitas. Todas validas e interesantes cuando la poesía aparece dentro de cada intención.


*Gustavo Darío López Bahía Blanca, Buenos Aires, 1959. Trabaja desde 1982 en la Fundación Cultural Senda como coordinador general de las gestiones culturales realizadas en la institución. Es director de la editorial y las revistas VOX y VOX virtual que se editan desde 1995. Ha organizado encuentros, recitales, seminarios y talleres de poesía en varias ciudades de Argentina y otros países de Latinoamérica y Europa para organismos culturales públicos y privados. Ha organizado antologías de poesia que se editaron en Brasil, EEUU, Francia y Chile. Es artista plástico y curador de arte contemporáneo.


*Agustín Gribodo: Poesía y mercado: Una relación nula
Ilustración: Carlos Gorrianera


1) La relación entre el libro de poesía y el mercado es prácticamente nula. Si se entiende al libro de poesía como un objeto “comercializable” y al mercado como el “consumo de ese producto”, el resultado es una catástrofe. Es decir: no existe tal mercado.
2) La producción de poesía a través del libro no va a desaparecer; el problema aparece cuando el poeta pretende difundir sus creaciones. Hoy el mercado de la poesía se reduce a no más de quinientas personas que se leen entre sí a través de libros regalados. El panorama es peor si se tiene en cuenta que, entre esas quinientas personas, hay muchos familiares y amigos que siguen, más por compromiso que por adhesión sincera al hecho de la creación poética, “la obra del conocido o el pariente que escribe versos”.
3) Internet es un medio de difusión tremendo. Es hoy tal vez el único medio posible de difusión para la poesía. El problema es que, al ser un espacio abierto, permite la publicación de mucha creación que nada tiene que ver con la profundización de la palabra, es decir, con el compromiso poético. Surgen así, grupitos que tienen mucho de farándula, en los que la poesía parece ser una sangría romántica y sentimental. Pero si uno sabe buscar blogs o páginas de autores que cultivan la poesía como una herramienta de investigación y crecimiento, Internet es un medio grandioso.

4) Respecto de generación de los 90, me parece prematuro hablar. Deberá pasar mucha agua bajo el puente para saber si algo queda. Falta decantación. Hay mucha poesía joven y pocos poetas. También está esa falta de difusión por la cual todo análisis es provisional.
5) ¿Cuál es la función de respirar? ¿Cuál es la función del hombre en la Tierra? ¿Cuál es la función del arte? La poesía es lo que es... No va a salvar al mundo; no va a salvar al hombre; pero quizá nos dé un momento de placer o de revelación, lo cual es mucho y fue mucho en todos los tiempos de la historia humana, desde los juglares hasta internet.

*Agustín Gribodo: editor del blog “Alejandría – Literatura para ver” http:agustingribodo.blogspot.com/ .
Currículum: puede verse en el link correspondiente en “datos personales”, en la columna izquierda de “Alejandría...”


Rubén Américo Liggera:
Una política Nacional y su correlato en la cultura

- Creo que la poesía es la “cenicienta” del mercado literario. Hay pocas editoriales que se dedican al género pues es sabido, además, que la demanda determina las decisiones editoriales: autoayuda, biografía histórica, best sellers, etc. El libro es un producto más sujeto a estas leyes económicas. Habría que discutir entonces el rol del Estado y sus políticas públicas con respecto a la cultura en general, al libro en particular y a la poesía como género inherente a la vida misma. Quienes vivimos en el interior del país, además, sufrimos una doble discriminación. Estamos lejos de las “movidas” poéticas, las relaciones personales, influencias, etc. En consecuencia, estamos obligados a organizar nuestros propios circuitos culturales, pequeñas editoriales, encuentros, etc. Por otro lado, los grandes medios en Buenos Aires y las capitales provinciales no difunden nuestras producciones casi artesanales, que se distribuyen fuera del mercado o por circuitos paralelos. Los suplementos de los grandes diarios sólo promocionan libros de sus anunciantes, siendo la poesía una rareza para ellos entre el gran número de novedades. Además, los pocos libros comentados, como decía antes, en su mayoría son de esas pequeñas editoriales que con gran esfuerzo se han posicionado en el mundo editorial apostando a la poesía. Los grandes sellos se han transnacionalizado, como la economía, se mueven con otra lógica. Habría que preguntarse si hay margen para una política nacional y su correlato en la cultura.

-A pesar de todo, por medio de amigos, grupos, asociaciones, es posible difundir poesía. Hay que moverse mucho y a veces se llega al desánimo. Creadores hay de varia estética, faltan canales apropiados. Por suerte existen revistas literarias que van desde importantes producciones a las más artesanales…

-Creo que Internet ha resultado un medio apropiado para la difusión de la poesía. Es una herramienta más, ni mejor ni peor. Es diferente, llega a otro público. No compite con el libro, se complementan. Sin embargo, todo depende de nosotros. Hay sitios excelentes y otros de dudosa calidad: personalmente sostengo que ”el sol sale para todos” y más allá de los gustos individuales, nadie debe ser discriminado.

-Es posible; aunque estamos con escasa perspectiva para la observación y su posterior análisis, el neoliberalismo que imperó en esa década produjo una ruptura cultural muy importante que seguramente ejerció su influencia en la sociedad. La vida cambió, la cultura también. La poesía de los más jóvenes, de aquellos que comenzaron a publicar por esa década, recibieron el impacto del individualismo, los medios masivos de comunicación, la globalización, el consumo exacerbado, el “fin de la historia”, la caída del muro de Berlín y las supuestas bondades de la universalización de la democracia liberal.
Quienes nos consideramos pertenecientes a la “generación perdida”, o sea de los ’70, pretendemos continuar sosteniendo una poesía con memoria de cara al futuro, tratando de abordar los grandes temas de la humanidad. Si se quiere, un relato común a nuestra sociedad y al género humano.

- Precisamente, como dije más arriba, la poesía deberá ser la voz de la comunidad, deberá recuperar para sí la palabra mágica y simbólica de las antiguas comunidades.


Stella Alvarado: El lenguaje... un territorio ocupado
Ilustración: Carlos Gorrianera
- George Orwell fue uno de los primeros en llamar la atención sobre la relación entre las palabras y el control social. Nos advertía sobre la presencia del Estado en las formas de la comunicación verbal y acerca de la imposición de un lenguaje instrumental: el de los funcionarios institucionales, el de los tecnócratas y el de los mitócratas (*).
- El lenguaje se ha convertido en un territorio ocupado.
Los que resisten hablan entre sí en una lengua perdida, afuera del lenguaje común, fragmentando su propia naturaleza social y su participación en los sistemas de signos en que se apoya la vida cotidiana. Escribía Lautreamont: “Hay quien escribe para buscar el aplauso humano, por medio de las nobles cualidades del corazón que la imaginación inventa o que se pueden poseer. Yo, sin embargo, utilizo mi genialidad para pintar las delicias de la crueldad”.

- La labor con más sentido ético, social, cultural y político que en definitiva podemos llevar a cabo es la de crear, inventar, generar poesía, construir historias, plasmar imágenes, convertirnos en el Sturm und Drang del que daban cuenta Goethe y Rousseau, transformarnos cada uno de nosotros en un activo generador de la expresión artística en nuestros territorios. Personalmente, creo que el llamado fenómeno Internet facilita el acercamiento entre los pares. Y eso es todo.
- Creo que todos recordamos la angustia del poeta Ovidio, su vida personal y poética escindida por una lamentable e injusta condena al destierro.
Y siglos después, tantos otros. El escritor que vive desgajado del mundo intelectual, no es alguien que aborda el exilio como un tema más, sino que es un exiliado que, además, escribe.
Fundamentalmente, el poeta contemporáneo es un intelectual exiliado sin salir de su país.

- La poesía es un viaje donde la renuncia y el abandono de las cosas materiales conviven con la búsqueda de otros mundos posibles. Paul Eluard decía: “Existen otros mundos, y están en este”.
La poeticidad de un texto literario radica en el proceso alquímico de los elementos vitales y su conjunción con la experiencia antropológica, fuente de contenidos imaginarios y culturales y además como símbolo revelador de la existencia concebida en su totalidad: vida y muerte, plenitud y vacío, gloria y condena.
Aún sabiendo que la escritura es sólo un ejercicio de salvación personal que tiene como fin irremediable la destrucción o el olvido, creo que escribimos para nosotros mismos, para perpetrar en nosotros el último homicidio y para resucitarnos después ungidos con la inútil y estéril vanidad de la palabra, haciendo de nuestro cadáver el último poema.

(*) Palabra acuñada por mí y celebrada por Juan-Jacobo Bajarlía.
Stella Alvarado: Poeta, ensayista y periodista cultural, nació en Belén de Escobar provincia de Buenos Aires, Argentina.
Desde 1972 reside en la ciudad de Mar del Plata.
Realizó estudios de Teología, Filosofía y Arte Sacro en la UC. de Mar del Plata.
Ejerce la docencia literaria y el periodismo cultural.
Como poeta ha publicado los poemarios Galaxia de Venus, Más allá de la luz, prologado por el poeta Juan-Jacobo Bajarlía y Cielo final con el estudio preliminar del poeta español Alfredo Saldaña y comentarios finales de la escritora Esther Andradi.
Codirigió la revista Artes, gente en tiempo de creación (1978-80); fundó y dirigió la
revista Aleph: arte, ciencia y cultura (1989-94).
Es la biógrafa del poeta y escritor Juan-Jacobo Bajarlía (1914-2005)
Es directora de la revista-libro Apofántica (literatura y artes), edición independiente, de publicación semestral y difusión internacional, la cual fundó en noviembre de 2004.
http://www.apofantica-ar.blogspot.com/
http://www.stella-alvarado.blogspot.com/

Sebastián Olaso: Poesía y Mercado: Un gran desencuentro
Ilustración: Carlos Gorrianera
- Es decir cuál es la relación de la poesía con la mercadotecnia? Noto un gran desencuentro entre la poesía y el mercado editorial. Si miramos con atención, veremos que sólo hay tres poetas argentinos vivos con ediciones en editoriales grandes, tiradas importantes, difusión en los medios y acceso al mercado internacional: Juan Gelman, Diana Bellessi y Hugo Mujica. Por otra parte, la mayoría de las librerías argentinas (incluyendo Buenos Aires como botón de muestra) tienen muy poca poesía para ofrecer, en lugares poco visibles y con autores consagrados desde, al menos, hace tres décadas.En este enlace verán en más detalle mi opinión acerca de este tema: http://cruzagramas.com.ar/2008/10/de-poetas-y-editores.html

- Cuantitativamente, hay mucha producción. Mucha gente escribe poesía y quiere formarse. Los talleres poéticos y los encuentros de poetas tienen mucho movimiento. Pero la difusión, de por sí, es pobre. Puedo citar varias razones, y seguramente mi visión será incompleta. Por un lado, muy poca gente que no escribe poesía está dispuesta a leer poesía. Esto se complementa con la visión que tienen muchos de que escribir poesía es rimar, que demuestra que se ha leído muy poca producción posterior a 1950. Por otro lado, los poetas tenemos una cuota importante de responsabilidad, porque hemos tomado algunas decisiones soberbias que nos alejaron de los lectores no escritores, como la escritura ampulosa e inaccesible, el desprecio por el lenguaje preciso y la falta de interés por la producción de nuestros pares. Es común ver a poetas que va a los encuentros sólo a leer, no a escuchar, y que jamás darán su parecer acerca de lo que escribe otro poeta. Además hay encolumnamientos dogmáticos detrás de ciertas estéticas o de ciertos líderes, y eso hace que toda persona que no pertenezca al grupo de referencia sea mirada como un enemigo o como un intruso.

- Sí. Por un lado, Internet es una síntesis moderna de la revista literaria y de la editorial. Es cierto que hay mucho material en crudo, pero también hay un porcentaje no despreciable de material interesante que con justicia podría tener una difusión extendida. No me asusta la falta de talento con presencia en la red, sino el talento sin presencia en el mundo editorial ni en los medios.
- Sí. La poesía en los años 90 tomó un matiz narrativo y coloquial que antes era signo de falta de talento o de falta de formación. Hoy esos elementos se han legitimado. Por un lado, hay quienes hablan del realismo sucio, de la muerte de la metáfora. Por otro lado, hay quienes hablan de banalización de la poesía. Creo que el aporte de los 90, como sucede con muchas vanguardias, es valiosísimo, pero que tomarlo en estado puro y no como un elemento enriquecedor para sumar a otros elementos, puede jugar en contra. Desde mi visión la poesía, como cualquier otra expresión del arte, debe ser ecléctica y transgresora, expandir los límites, no quedarse con la norma. Y además, debería tener la suficiente apertura como para superar la prueba del tiempo y del espacio, sin dejar de dar su testimonio y sin evadir su compromiso.

- La respuesta es muy amplia. La función de la poesía es, según mi criterio, la de humanizar. Humanizar/se. El poeta busca (y a veces encuentra) en la poesía algún anclaje, un eje desde donde funcionar como sujeto individual y social. El lector no poeta, supongo, busca algo parecido, pero se me hace difícil hablar desde allí, porque sé que mi búsqueda y mi modo de tomar la lectura es diferente de la de quien no pretende escribir. Sí creo que es difícil encontrar poesía de evasión (en cambio sí hay narrativa de evasión). Pocos poetas la producen y pocos lectores la buscan.Desde otra visión, quizás un poco más nihilista, también podríamos poner en duda la función o la utilidad de casi todo, incluso la de la vida. Lo que no acepto, a título personal, es la demanda de una función económicamente productiva equiparable con las demandas mercantiles. Esa visión lleva a pensar que sólo es válida la literatura exitosa desde el punto de vista editorial. O peor: como sucede con ciertas personas de estos tiempos, todo arte es sublime y todo artista es un parásito. En fin, prefiero ocuparme de polémicas que tengan más contenido.


Simón Esaín:
Poesía y Mercado: Obtención de un beneficio residual

Ilustración: María Cecilia Fresca
- Por razones de ubicación geográfica y otras cuestiones más personales, no estoy en condiciones de observar mucho. Tengo la impresión de que el mercado no se relaciona mucho con la poesía que lo necesita para llegar al posible lector. Antes bien, el mercado insiste en obtener un beneficio residual de la poesía incorporada como mercadería más o menos segura de ser elegida por un lector clásico.
Diría que la relación poesía-mercadotecnia atrasa justamente las décadas en que más se han enriquecido y popularizado los medios comerciales de difusión. Me refiero a emisoras de medio y corto alcance, grabaciones, cd, dvd, walkman, mails, sin referirme a sitios y blogs. En las décadas en que más ha aumentado la demanda de sucedáneos y estímulos.
Al menos no oigo en ningún lado, grandes voces reemplazando a los grandes decidores que desaparecen. ¿Cómo es posible que sea imposible conseguir una grabación de Alfredo Alcón diciendo a Lorca? ¿Cómo es posible que ignoremos cómo sonaría un poeta actual en la voz de Alcón?

- Muy afectado por una masividad caótica y la ausencia de iniciativas orales de calidad que remienden la falta y las fallas de la difusión libresca.
Este punto de vista se relaciona más con la pregunta siguiente.

- Más que opinión, tengo una impresión sobre, precisamente, el fenómeno tecnológico que afecta la creación y difusión literaria. La impresión es la de presenciar un diluvio. Algo inconmensurable y caótico. Sordo, turbio, apabullante. Todavía caracterizado por la dificultad de leer en una pantalla que tiende a desvirtuar y relativizar el contenido. Afuera sucede algo sin límites de lo que apenas entran borbotones por las endijas.

- Estimo que sí existe. Como existen disrupciones en los otros relatos. La disrupción tiende a recortar sus nexos, atenuarla y aislarla, en tanto la subjetiviza y dosifica. En tanto todos los elementos externos se vuelven terapéuticos. En tanto crece la alienación y la búsqueda de sucedáneos. En tanto corre el riesgo de convertirse en estimulante.

- Con mayor motivo que nunca antes, la función poética sigue siendo la de nombrar lo ausente, lo callado, lo indecible, lo lateral, lo dionisíaco, lo lacerante, lo humanizante, lo genésico, y recuperar el poder invocador y creador de la palabra desde la apropiación y el desgaste constante al que la someten otros discursos.

Sandra Papadópulo: La poesía se encuentra al margen de lo medible
Ilustración: María Cecilia Fresca
- Para el mercado editorial la poesía no vende, los autores noveles son inducidos a escribir como mínimo cuentos o novelas. Para ser breve y concreta, no existe relación casi entre la poesía y lamercadotecnia. En su esencia el poema rompe estructuras y esta es una consecuencia genuina y coherente con el lenguaje poético, se encuentra al margen de lo medible.

- El panorama de la creación es inacabable, por lo menos en Buenos Aires, donde mucha gente acude a talleres literarios o simplemente difunden sus escritos solitarios en los blogs. La difusión opera desde grupos de lectura programada que cuentan, la mayor de las veces, con micrófonos abiertos para el público en general, y son fundados por escritores que experimentan el milagro de la creación compartida.

-La formaré ahora. El fenómeno de internet opera como una puerta
a otras dimensiones posibles, tantas como escritores se animen
a usarla. La literatura tiene un espacio importante, muchas revistas
literarias como Descontexto, nacieron ya en formato informático y
otras estarán por nacer. Laboratorio Central de Fabián San Miguel
es otro ejemplo de cómo este soporte informático sirve a las necesidades
de difusión, como vidriera de sus alumnos de los talleres.

- La poesía toda es disruptiva, desde Artaud hasta Pizarnik.

- La función de la poesía es la de todas las artes, un medio catártico que genera un espejo donde cada uno ve lo que desea o necesita ver, y en esa identificación con el dolor, o con la alegría, o con la afirmación o negación del otro, se construye la tan ansiada identidad, aquello que al identificarnos nos construye, nos alimenta, nos despierta del ayer y el mañana, para instalarnos en el ahora, en el aquí y ahora, en el instante mismo en que estoy leyendo y soy.


*Jorge Falcone: El libro digital... un panorama más esperanzador
Ilustración: Mauricio Nizzero
- Personalmente, pienso desde siempre que no hay mercado para la poesía. Pocas editoriales muestran interés en publicar colecciones de este género literario, salvo en lo referente a los clásicos. Así, el espacio de circulación de los textos se restringe, ya que no sobran los José Luis Mangieri... Es de esperar que los avances en materia de preservación de la propiedad intelectual y el arancelamiento del libro digital subido a la web ofrezca en el mediano plazo un panorama más alentador al respecto.

2 y 3- En materia de creación - y particularmente en circunstancias de extrema crisis ética universal -, la poesía tiende a multiplicarse en forma exponencial. A nivel de difusión, en soporte analógico reivindico al Diario de Poesía y a la revista La Guacha. Luego, pongo fichas en la blogósfera y los magazines digitales (como Diagonal Con Verso, editado desde La Plata por Norma Etcheverry), espacio que hoy vive una notable revalorización de la palabra.

- Generacionalmente atravesado por las violentas circunstancias que signaron los 70s - aunque a distancia sideral de su pensamiento binario y ligado a ideas totalizadoras -, encuentro en la poesía de los 90s un minimalismo extremo, a menudo una subvaloración del sentido muy propia de la posmodernidad, y un evidente repliegue del valor de la projimidad.

- Anunciar la buena nueva de que la vida es más bella que como se empeñan en presentárnosla.-


Jorge Falcone 1953, La Plata (Bs. As), Argentina

Ex Director de Relaciones Públicas de la Sociedad Argentina de Escritores.
Primer Premio Poesía Ediciones Amaru 1987.

Enlaces URL a publicaciones electrónicas

http://www.lexia.com.ar/jorge_falcone_poesias.htm
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=28296
http://www.elatico.com/htms/notas/nota_10166.html

Bibliografía (parcial)

“Íthaca. Lírica de Emergencia”, Editorial Hombre Nuevo (2003)
“Canto Hereje”, Ediciones Baobab (2005)
“ La Gomera de David”, Editorial Universitaria de La Plata (2007)